lunes, 28 de diciembre de 2015

Economistas Liberales Españoles

Vincular la reactivación a una disminución de la presión fiscal y "aligerar" y "agilizar" el contexto normativo para facilitar la toma de decisiones de los agentes económicos son también medidas que han incluido en el Manifiesto, junto con la restauración de la unidad de mercado.
El Manifiesto pide la "reforma urgente" de la organización territorial para controlar el gasto y evitar la multiplicación de organismos, así como liberar y flexibilizar los mercados de bienes y servicios y de todos los factores productivos.
Reformar la legislación de las universidades, dando entrada a criterios de mercado; reforzar la separación de poderes y convocar un foro de intercambio de ideas para desarrollar todos estos aspectos.
El documento ha sido firmado, entre otros, por los economistas Juan Velarde, Francisco Cabrillo, Vicente Boceta, Francisco Capella, Raquel Merino, Juan Ramón Rallo, Dalmacio Negro, Philipp Bagus y José Juan Franch.
En declaraciones a los medios, Dalmacio Negro, profesor emérito de la Universidad CEU-San Pablo, ha llamado la atención sobre el origen de la crisis actual y la "inexistencia" de líderes en el conjunto de Europa.
"Es una crisis terminal del Estado y el final de una época histórica", ha subrayado, añadiendo que el problema de España es "más grave", porque se basa en la Constitución de 1978 y "tiene que desaparecer", mientras economías como China u otros países emergentes "se comerán el terreno", al contar con "clases medias independientes", que "son la base de la democracia".
Juan Ramón Rallo, director del Instituto Juan de Mariana, coorganizador del congreso, ha criticado las medidas tomadas por los últimos gobiernos españoles, "verdaderamente nefastos", porque "se han limitado a expoliar a la sociedad subiéndole los impuestos", y ha abogado por sanear la banca y liberalizar la economía.




El juguete adulto de está Navidad

El 'juguete' adulto de está Navidad

El 'juguete' adulto de está Navidad


Plan Local de Empleo

http://www.eastbourne.gov.uk/about-the-council/council-policies-plans-and-strategies/planning-policy/development-plan/employment-land-local-plan/

Employment Land Local Plan

Highfield South Industrial Estate
Highfield South Industrial Estate
The Employment Land Local Plan will guide job growth and economic development in Eastbourne up to 2027 as well as identifying an appropriate supply of land for future employment development, in order to achieve a sustainable economy and make Eastbourne a town where people want to live and work. It will specifically relate to land and buildings within the B1 (Offices and Light Industry), B2 (General Industry) and B8 (Storage and Distribution) Use Classes.
The Employment Land Local Plan will provide a review of the Eastbourne Core Strategy Local Plan Policy D2: Economy following concerns from the Planning Inspector over the amount of employment land required in Eastbourne, and the proposed strategy to deliver that requirement. 
A Proposed Draft Employment Land Local Plan (ELLP) was published for a 12 week public consultation period between Friday 20 December 2013 and 14 March 2014, and a Proposed Submission version was published for an eight week period between December 2014 and February 2015 to receive representations on soundness.

Economistas Liberales

Es el pensamiento económico que destaca la libertad de actuación de la iniciativa privada, en donde son las fuerzas del mercado las que establecen los precios y los salarios. Se considera que la participación del Estado en la actividad económica debe ser la mínima posible e incluso sería lo óptimo, aunque utópico, que no hubiera ninguna participación del Estado. En plena Edad Media, San Antonio de Florencia ya expuso razonadamente estas ideas y según Schumpeter es la primera persona que realiza un análisis amplio de la economía, que se sistematizó de manera más detallada en el siglo XVIII con Adam Smith (1723-1790) el padre de la economía moderna, Jeremy Bentham (1748-1832) y Thomas Malthus (1766-1834) y ya en el siglo XIX David Ricardo (1772-1823) y John Stuart Mill (1806-1873).
La obra principal de Smith, estudia la naturaleza y nacimiento de la riqueza de los diferentes Estados con una visión netamente liberal al considerar el eje fundamental del desarrollo económico el trabajo de personas libres. En su libro Ensayo sobre la naturaleza y las causas de la riqueza de las naciones, analiza y desentraña las razones que son el origen de la capacidad productiva que genera cada pueblo, su famoso libro se divide en 5 partes o tomos; el primero destaca la importancia que tiene la especialización en el trabajo y sus efectos tan positivos para el crecimiento económico, el óptimo sería que toda la población activa participara en el proceso productivo lo que supondría un incremento sustancial en el capital. Al mismo tiempo que se establece una selección entre los mejores que alcanzarán los puestos más relevantes y de este modo incrementamos la capacidad productiva, reducimos el tiempo para realizarlo e incluso diseñamos máquinas para incrementar la productividad por trabajador. El tomo dos se centra en el recurso —capital— como se incrementa y su uso como Ahorro. En su exposición lo inicia con el capital dinero. En el siguiente tomo analiza la evolución en distintos lugares y su progreso económico en Europa. En su tomo cuatro estudia los sistemas de economía política, resaltando la directa conexión entre el crecimiento económico y la eficiencia laboral. Por último, en el tomo cinco analiza los distintos sistemas de los reyes o de los distintos Estados, lo que se vincula estrechamente con el tomo anterior.
En su obra es evidente la relevancia que le concede al factor trabajo y la especialización que potencialmente se puede desarrollar, que es en definitiva el origen o nacimiento de la riqueza en su agregado máximo para la época, que es la nación. Deja bien claro que dicha especialización mejora la productividad y por tanto incrementa el valor añadido del bien, en definitiva el capital/bien productivo o bien producto final para su consumo. Destaca la imperiosa necesidad de universalizar la educación y por tanto considera necesario la participación del Estado para lograr este objetivo tan vital para las sociedades modernas.
Los planteamientos liberales perduraron en el mundo hasta la crisis de 1929, en ese momento se produce una falla profunda con las ideas liberales e irrumpe con inusitada fuerza el pensamiento keynesiano, que considera fundamental la participación del Estado en la actividad económica cuando se produce una crisis o contracción económica. Este pensamiento fue cuestionado fundamentalmente por Hayek que lo sintetizo con un ejemplo más que explicativo:
“El poder que sobre mí tiene un multimillonario, que puede ser mi vecino o mi empleador, es muchísimo menor que aquel que posee el más insignificante funcionario, pues este cuenta con el poder coercitivo del estado, y de su discreción depende qué tanto se me permite vivir o trabajar" (Friedrich von Hayek, The Road to Serfdom).
El otro gran economista del siglo XX que también revitalizará los postulados liberales fue Milton Friedman, que recupera la relevancia del mercado y reduce la participación del Estado a la política monetaria. Desde la década de los 70, precisamente cuando el mundo sufre su segunda peor crisis del siglo XX es cuando los gobiernos iniciaron un proceso de privatizaciones de las empresas públicas —incluso gobiernos de izquierda, más favorable a la intervención del Estado-. Así los postulados liberales han recuperado su vigencia en el siglo XXI, pero sin tener la preeminencia del siglo XIX, pues en la totalidad de los países desarrollados la participación directa de los Estados en el PIB asciende hasta más del 30 por ciento; eso sí, se reducen los porcentajes tan elevados que hubo en la época más favorable al keynesianismo, que incluso en Suecia y en otros países europeos supuso estar la economía del país casi más en manos del sector público que en manos privadas.
Leonardo Caruana de las Cagigas

martes, 8 de diciembre de 2015

Premio Nobel Economía 2015 ANGUS Deaton

"La vida es mejor ahora que en cualquier otro momento de la historia. Más personas son más ricas y menos personas viven en la pobreza extrema". Tras ocho años de una crisis devastadora el mundo está agotado. Los estragos con visibles en todas partes, hay guerras y una emergencia de refugiados sin parangón desde la Segunda Guerra Mundial. Pero la vida ahora es mejor que en cualquier otro momento de la historia. Con esa frase, esa evidencia, empieza Angus Deatonsu último libro, 'The Great Escape".
Deaton (Escocia, 1945) ha ganado el Premio Nobel de Economía por sus análisis sobre "consumo, pobreza y bienestar".
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Profesor de la Universidad de Princeton, Deaton es una leyenda. Un economista respetado, admirado por liberales, keynesianos o neoclásicos. Un gigante del desarrollo y el enfoque micro, uno de los popes que revolución la forma que tenemos de entender la pobreza, la renta y la distribución. De entender nuestro pasado y nuestro mundo, sin vendas. Porque 'The Great Escape' empieza con optimismo, pero justo después da una bofetada: "Millones de personas todavía sufren los horrores de la miseria y de muerte prematura. El mundo es enormemente desigual".
Su trabajo en las últimas décadas, desde que se doctoró en Cambridge y sobre todo desde que en 1983 se instaló en Princeton, nos explica qué ha permitido a ciertos países escapar de las muertes prematuras, de la desigualdad crónica. Cómo se ha pasado, después de milenios, de una esperanza de vida de 30 años a una de 80 en buena parte del planeta. Un trabajo de hormiga, detallado, cuidadoso que nos permite acercarnos de forma más seria a algo subjetivo como el bienestar.

Sistema Casi Ideal de Demandas

Comparar la vida en dos países es tremendamente complicado. No basta con hacer una conversión con el tipo de cambio. El coste de los servicios se puede cuantificar, pero la economía está llena de bienes y servicios complicados de equiparar. Deaton, con un esfuerzo titánico, ayudó a construir los índices que permiten hacer esos análisis con más precisión y rigor que nunca antes. Qué importa, cuándo es la preferencia culturar y no la pobreza lo que marca algo, cuándo se puede usar una calculadora sin más y cuándo no. Y ahí su aportación, el Sistema Casi Ideal de Demandas (AIDS) para calcular la demanda en su interacción continua con el precio de todos los bienes y servicios del mercado y de los ingresos del consumidor, con John Muellbauer fue fundamental hace 35 años.
"¿Podemos entender los patrones a larga escala sin información detalladas sin procesos a pequeñas escalas? Queremos pensar que sí, pero no teníamos datos de elecciones a niveles del individuo y de los hogares. Hacíamos nuestros análisis asumiendo que todos nos comportamos de forma similar. Por ejemplo, los hogares ricos se comportan igual que los pobres. Hoy, gracias al trabajo de Angus Deaton tenemos los datos y las técnicas para saber que no es así y para hacerlo mejor", explicaba la Academia en la presentación del premio.
Su trabajo en microeconometría ha sido clave para comprender mejor el papel del consumo como elemento fundamental en la medición del bienestar y la pobreza. Para encuadrar factores como la alimentación, los patrones que diferencian a una familia con hijos de otra sin ellos. Por qué la alimentación es crítica. Por qué el tener un acceso directo a crédito o no condiciona la forma de vivir y de gasta siempre. Por qué los que piensan que algo es causa ignoran a menudo que en realidad están ante las consecuencias. Para ir más allá de las relaciones habituales entre la renta disponible de los hogares y su nivel de consumo. Y, sobre todo, para que los economistas acepten con más humildad las limitaciones para ese análisis.

Enfoque empírico

Su enfoque empírico es esencial para la disciplina y para la vida de millones de personas. Su huella está por todas partes en los análisis de poder de paridad de compra del Banco Mundial, con quien colabora desde los años 90, y en las definiciones de pobreza extrema. En su análisis de los llamados RTC, las pruebas controladas aleatorizada. En sus duras y polémicas críticas a la ayuda al desarrollo, con la que discrepa y de la que cree que ha hecho más daño que bien.
Los países tienen que desarrollarse, crear instituciones, proveer y cubrir las necesidades de sus ciudadanos. El flujo de dinero desde fuera ayuda a muchas personas, pero impide un paso esencial. "El desarrollo no es un problema técnico o económico, sino político, y la industria de la ayuda hace que la política sea peor", sobre todo el regímenes dictatoriales, que usan en su provecho las buenas intenciones de los países ricos y las ONG.
"Su trabajo sobre las encuestas de los hogares es todavía la Biblia" explicaba Branco Milanovic, experto mundial en desigualdad.
Su trabajo de campo en la India y otros países en desarrollo es ampliamente citado. "En cualquier campo, puedes estudiar años y años en profundidad, y el todavía sabrá mucho más que tú", homenajeaba ayer el economista Justin Wolfers a Deaton.
Angus ha criticado la austeridad como mantra, pero reconociendo que puede funcionar. La idea de la tecnocracia, aunque a veces es la menos mala de las opciones. El euro, aunque fueran los más perjudicados hoy los que más lo querían. El discurso de éxito a través (sólo) del esfuerzo personal y a los que ignoran la importancia de las instituciones, la Sanidad, la Educación pública porque no tienen necesidad de ella. La concentración de la riqueza y sobre todo el exceso de poder en manos de los más ricos . A los que minusvaloran la importancia papel de un Estado eficaz y no corrupto.
Ha criticado a los usan las matemáticas, la economía, como fin y no medio. Porque cree, porque sabe, que la pobreza ni es deseable ni es inevitable. Porque para él, la profesión a la que ha dedicado cincuenta años tiene un objetivo claro que le da sentido: "Los que hemos tenido la suerte de nacer en los países adecuados tenemos la obligación moral de reducir la pobreza y la mala salud en el mundo".


La lucha del Hombre por la subsistencia El Ludismo

El ludismo fue un movimiento encabezado por artesanos ingleses en el siglo XIX, que protestaron entre los años 1811 y 1817 contra las nuevas máquinas que destruían empleo. Los telares industriales, la máquina de hilar industrial y eltelar industrial introducidos durante la Revolución Industrial amenazaban con reemplazar a los artesanos con trabajadores menos cualificados y que cobraban salarios más bajos, dejándoles sin trabajo.
Aunque el origen del nombre ludita es confuso, una teoría popular es que el movimiento recibió su nombre a partir deNed Ludd, un joven que supuestamente rompió dos telares en 1779, y cuyo nombre pasó a ser emblemático para los destructores de máquinas.1 2 3 El nombre evolucionó en el imaginario General Luddo Rey Ludd, una figura que, comoRobin Hood, era famoso por vivir en el Bosque de Sherwood.4 El historiador Eric Hobsbawm ha considerado a este movimiento de destrucción de máquinas como una forma de "negociación colectiva por disturbio", lo que sería en esta formulación una táctica utilizada en Gran Bretaña desde la Restauración, ya que la diseminación de fábricas a través del país hizo que las manifestaciones a gran escala fueran poco prácticas.5 6